((Пересказ:
Один сеньор спрашивает (другого):
Сколько будет 2 плюс 2?
- Ну, если нет дополнительной информации...))
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"Uno le dice a otro:
¿Cuánto son dos y dos?
-Si no me da más pistas (datas)...
Эуженио Жофра Бафальюй (кат. Eugenio Jofra Bafalluy; 11 октября 1941, Барселоне — 11 марта 2001), более известный как Эуженио — каталанский юморист, ставший известный в Испании благодаря выступлениям по телевидению в 1980—1990 годы.
По специальности Эуженио был ювелиром, но с молодости он испытывал тягу к музыке и разговорному жанру искусства. На первом этапе своей творческой карьеры Эуженио совместно со своей первой женой Кончитой Алькайд Родригес образовал музыкальный дуэт «Els Dos» («Вдвоем»), который выступал в пабах Барселоны[1], позднее он перешёл к юмористическому жанру. Согласно своему амплуа, на концертах Эуженио был одет в чёрную шёлковую рубашку, носил затемнённые очки, держал в руке сигарету и стакан крепкого напитка (обычно водка с апельсиновым соком)[2]. Шутки он намеренно произносил с каталонским акцентом, иногда даже включал в их текст слова или фразы на родном языке[2].
Кончита умерла в 1980 году[3]. После этого Эуженио продолжил выступления в одиночку.
Артист скончался в марте 2001 года от сердечного приступа.
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Comenzó su camino artístico en 1965, formando el dúo musical "Els Dos" junto con su esposa, Conchita Alcaide, quien moriría de cáncer en mayo de 1980.
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Eugenio disfrutó de una gran popularidad durante los años 1980, cuando se multiplicaban sus actuaciones en vivo y sus apariciones en televisión, y las grabaciones de sus chistes, en soporte casete, se vendían por doquier. Después, a principios de la década de 1990, se apartó de los escenarios, reapareciendo en la escena pocos años antes de su muerte, con el espectáculo Érase otra vez... Eugenio. En esa época tuvo un ataque al corazón del que se recuperó, pero los médicos le advirtieron que no sobreviviría a un segundo.4
Sufrió depresión durante los últimos años de su vida5 y se refugió en la pintura y el esoterismo.
El día del nacimiento de su primera nieta, Eugenio le dijo a su hijo que "no podía más y quería morir". Al día siguiente murió.
"Murió de pena", explican sus hijos, el 11 de marzo de 2001,6 a los 59 años de edad. Tenía dos hijos, Gerard (1969) e Yvens (1971), de su primer matrimonio con Conchita Alcaide, y un tercero, Eugeni (1986), de su relación con Conchita Ruiz. Se casó una segunda vez con una mujer llamada Isabel Soto en 1997.
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Eugenio el cuenta chistes nació cuando su mujer tuvo que ir a cuidar a su madre enferma y el dueño del local en el que actuaban le pidió que empezara a contarlos. El éxito de la pareja fue tan grande que llegaron a comprar el pub Sausalito y con su propio dinero grabaron en 1979 el primer casete de chistes que se agotó inmediatamente en todas las gasolineras. Pero a Conchita no le dio tiempo a saborear el tremendo éxito de su marido, ya que en 1980 murió de un tumor en el pecho.
A partir de aquel momento, el universo interno de Eugenio Jofra i Ballafuy se desmembró como las piezas de un puzzle. Pero el personaje parecía inalterable. Había que seguir haciendo caja. Su aparición en el concurso Un, dos tres provocó que cada una de sus cintas vendieran un millón de copias y que anualmente realizara alrededor de 150 galas a razón de 500.000 pesetas por cada una. Su fama le precedía e incluso actuó ante el dictador Pinochet y el gran Cantinflas. Pero todo desapareció.
Con su segunda compañera sentimental, también Conchita (Soto) tuvo otro hijo, Eugeni, y en 1997 se casó por última vez con Isabel Soto, con quien no tuvo descendencia. En la década de los 90 la cabeza se le fue hasta tal extremo que mandó construir una pirámide en la piscina de su casa porque se había obcecado con el ocultismo y el esoterismo. Eugenio era una simple sombra de lo que había llegado a ser.
Desde los 14 años había apuntado a mano 50.000 chistes que, con su caída en desgracia, casi ni recordaba. Tuvo otras dos mujeres más, se paseaba por los saraos de Barcelona como alma en pena y cansado de la vida decidió dirigir su destino. Conoció a su primera nieta y unas horas después cayó fulminado en la pista de baile del restaurante Oliver y Hardy.
El hombre que hizo reír a toda España y parte de Latinoamérica falleció a los 59 años envuelto en una sempiterna hiel. Su hijo Gerard ha mantenido viva la imagen de uno de los mejores humoristas de la segunda mitad del siglo XX con sus espectáculos con el nombre de Reugenio.